Mitos y leyendas de las lentillas

Es fascinante la cantidad de leyendas urbanas que corren sobre las lentillas en la red.

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Por ello hoy queremos comentar las más conocidas, para que no te generen dudas y disfrutes de la comodidad y la libertad que ofrecen las lentes de contacto.

Mito 1:

Las lentillas pueden perderse detrás del ojo.

Realidad:
Las lentes de contacto pueden caerse o quedarse atascadas en el párpado pero la conjuntiva, que es una membrana que recubre el globo ocular, impide que se vayan para atrás.

Mito 2:

Se puede nadar con lentillas.

Realidad:
No, el agua contiene microorganismos y bacterias muy perjudiciales para los ojos. Por eso, cualquier actividad relacionada con agua es desaconsejable. Hay gafas graduadas específicas para disfrutar de los deportes acuáticos. Es de los pocos momentos en los que te desaconsejamos que uses las lentillas.

Mito 3:

Las lentillas se pueden derretir con el calor.

Realidad:
Para que las lentes de contacto se derritan, debería hacer un calor tan extremo que la piel se te derretirá antes. Eso sí, el calor puede hacer que se te resequen los ojos, por ello te recomendamos que hidrates bien a los ojos y parpadea si notas que se te resecan mucho.

Mito 4:

Las lentillas se pueden congelar.

Realidad:
En la línea del mito anterior, el frío puede sensibilizar tus ojos pero, para que se te congelen las lentillas, deberías estar a temperaturas bajo cero extremas

Si tienes dudas sobre el correcto uso de las lentillas no dudes en venir a ver a nuestros especialistas en contactología porque te podrán ofrecer el mejor asesoramiento para que cuides tus ojos. 


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