Llevar lentillas en verano es lo más porque hace calor, pasamos mucho más tiempo al aire libre, hacemos más deportes en el exterior, vamos a la playa, a las terracitas y… ¿por qué negarlo? Porque puedes sacar la colección de supergafas de sol que solo te pones ocasionalmente, pues no las tienes todas graduadas. Eso es así.
Pero más allá de la comodidad y la libertad, llevar lentillas también requiere cuidados especiales y queremos que tomes buena nota de estos consejos para que tu salud visual no se resienta:
- Utiliza lentillas con protección UV y acompáñalas de gafas de sol para estar completamente protegido. Los ojos están tan expuestos a los rayos dañinos del sol como lo está la piel. ¡Acostúmbrate a protegerlos siempre!
- Asegúrate de tener los ojos bien hidratados. El aire acondicionado reseca los ojos, usa gotas hidratantes que puedes encontrar en ópticas y farmacias. Además, hay lentillas especiales para ojos secos, no dudes en comentarlo con tu óptico de confianza.
- Dale un descanso de lentillas a los ojos de vez en cuando.
- Si viajas, lleva tus gafas graduadas por si acaso.
- Limpia tus lentillas mensuales y el porta-lentillas con aún más precaución, el calor del verano hace que las bacterias estén en mejores condiciones para proliferar. Si tus ojos se adaptan bien a las lentillas diarias, que son desechables, es el mejor momento para utilizarlas.
- Nunca, nunca, nunca utilices lentillas para nadar o para realizar deportes acuáticos. Se pueden contaminar con bacterias presentes en el agua de mar y en la piscina y potencialmente causar infecciones en los ojos. ¿Sabías que hay gafas para nadar o hacer submarinismo graduadas?
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