Descubre si tus gafas están mal graduadas

Estás feliz con tus gafas, pero pasa el tiempo y es posible que tus ojos necesiten lentes con una nueva graduación. En este post te contamos cómo descubrir si tus gafas están mal graduadas y qué consecuencias puede tener para tu visión no tratar correctamente tus alteraciones visuales con la graduación correcta.

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Estás feliz con tus gafas, pero pasa el tiempo y es posible que tus ojos necesiten lentes con una nueva graduación. En este post te contamos cómo descubrir si tus gafas están mal graduadas y qué consecuencias puede tener para tu visión no tratar correctamente tus alteraciones visuales con la graduación correcta.

El paso del tiempo y tus ojos

Si tienes alguna alteración visual como miopía, hipermetropía o astigmatismo, es posible que lleves un tiempo usando gafas para corregirla, pero eso no significa que no pueda haber variaciones con el tiempo. La visión, incluso con gafas graduadas, puede empeorar y el número de dioptrías ir a más, dándose la situación en la que tus ojos necesitan más graduación de la que la que tus lentes les proporcionan.

Señales de una mala graduación

El ser humano tiene una gran capacidad de adaptación y puede acostumbrarse incluso a no ver bien, eso sí, exigiendo un gran esfuerzo a los ojos que puede desencadenar en una fatiga visual que se manifiesta de diferentes formas. Descubre si es tu caso teniendo en cuenta los siguientes síntomas de unas gafas mal graduadas:

  • Falta de nitidez. Ha sucedido sin darte cuenta, pero si te fijas, eres consciente de que tu visión es algo más borrosa que antes. Es posible que te cueste leer claramente un cartel o ver nítido algo que tienes cerca; la forma en que se manifieste dependerá de tu alteración visual, pero de lo que no tienes duda es de que tu visión no es tan clara como hace un tiempo.
  • Dolor de cabeza. Es causado por el sobreesfuerzo que hacen los ojos para darte la mejor visión posible. Si se alarga en el tiempo, es posible que sea causado por una graduación errónea.
  • Mareos. Un movimiento de cabeza o pasar de enfocar un objeto lejano a otro más cercano, a veces puede producir un ligero mareo.
  • Ojos enrojecidos y lagrimeo. Son dos de las señales más claras de la fatiga visual y las que más evidencian el trabajo extra que los ojos están realizando.

 

¿Qué hago si mis gafas están mal graduadas?

 Si detectas alguno de los síntomas de los que te hemos hablado en el apartado anterior y crees que podrías estar usando unas gafas con lentes mal graduadas, lo primero que debes hacer es acudir a tu centro óptico de confianza y realizarte una revisión. Solo a través de un exhaustivo examen visual con especialista podrás confirmar si tu alteración visual ha evolucionado y tus dioptrías han aumentado, y, por tanto, necesitas adaptar tus lentes a tus nuevas necesidades oculares.

Para no alargar el tiempo usando gafas mal graduadas, nuestra recomendación es someterse a un examen visual anual y así detectar a tiempo las variaciones de graduación o cualquier otro problema visual que pueda surgir, pues hay patologías visuales como las cataratas o la degeneración macular (DMAE) que solo se manifiestan cuando están avanzadas, pero que sí pueden ser detectadas a tiempo en revisiones rutinarios.

Como ves, la mejor forma de disfrutar de una calidad de visión, además de prevenir posibles enfermedades, es no faltando a tu encuentro anual con tu óptico-optometrista. Si todavía no has podido hacerlo, puedes pedir cita previa. Y si también usas lentillas, recuerda que actualmente te las podemos enviar a casa si las pides aquí.

 

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