A veces nos apetece renovar nuestro estilo y cambiar de gafas. En cambio, es necesario cambiar nuestras gafas graduadas cuando se rompen o se pierden o cuando la graduación cambia.

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¿Cuándo cambiar de gafas graduadas?

A veces nos apetece renovar nuestro estilo y cambiar de gafas.

En cambio, es necesario cambiar nuestras gafas graduadas cuando se rompen o se pierden o cuando la graduación cambia.

Según la edad o para acompañar la evolución de ciertos problemas de la vista, se aconseja efectuar revisiones regulares de la vista en un oftalmólogo. Por ejemplo, aconsejamos un control anual tras los 60 años.

 

Consejos para escoger bien las gafas graduadas

Según la corrección visual prescrita, a veces es necesario que los cristales tengan una forma y un tamaño bien definidos. Pero la mayoría de las veces, este aspecto es personalizable en función de las preferencias del paciente. En general se suelen llevar las gafas de forma permanente, por lo que muchas personas se preocupan por la estética además de lo puramente médico. Hoy en día las gafas se han convertido en un verdadero complemento de moda.

Para que las gafas estén adaptadas al estilo de vida, conviene escoger la montura con arreglo a la forma de la cara así como del color de los ojos, del pelo y de la piel. Ciertas monturas específicas pueden ayudar a parecer más joven o a atenuar algunos rasgos de la cara. Así, para poder aconsejar mejor en el momento de la compra de las gafas, los ópticos recurren a menudo a sus conocimientos sobre visagismo.

Si la estética es importante, no hay que olvidar la comodidad, sobre todo si se llevan las gafas a diario. Entre los criterios principales que hay que tener en cuenta en el momento de la compra de las gafas hay que pensar en el peso, la anchura de las patillas, la forma de los cristales o incluso la comodidad de las plaquetas.