Prueba de la vista: qué tipos hay y cuánto cuestan

Acudir a una prueba visual regularmente es algo que todos deberíamos hacer, sobre todo al alcanzar cierta edad y durante la etapa infantil. Gracias a unas sencillas pruebas visuales no solo se pueden descubrir y adelantarse a distintos problemas de salud visual, sino que también encontrar el tratamiento más adecuado para cada caso. En este artículo vamos a repasar en qué consiste una revisión visual, qué tipos existen, cuáles son las pruebas que se realizan e incluso cuánto cuesta.

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¿Qué es una prueba de la vista o examen visual?

Una prueba de visión, también conocido como test visual o revisión visual, permite analizar la agudeza visual de una persona, la visión binocular, la acomodación, la visión del color, la estereo-agudeza visual, verificar la estructura de los ojos y evaluar su estado de salud. Mediante las pruebas realizadas es posible identificar si existen anomalías visuales y decidir qué tratamientos se pueden aplicar para tomar medidas correctoras.

Las pruebas de la visión suelen ser muy sencillas, poco invasivas e indoloras. Están destinadas a verificar si existen alteraciones habituales como la miopía, hipermetropía o presbicia (vista cansada). También permiten hacer un screening de otras enfermedades oculares como el glaucoma o la DMAE, y otros problemas relacionados con la visión, como por ejemplo, el daltonismo.

Los profesionales del campo emplean todo tipo de pruebas, desde algunas más sencillas que permiten verificar la agudeza visual cercana o lejana, hasta en las que se emplea tecnología punta para explorar estructuras internas oculares. Por ejemplo, el retinógrafo permite analizar y hacer un screning de la retina, el tonómetro de aire, que permite medir la presión intraocular o la lámpara de hendidura, un potente microscopio que permite valorar las estructuras del iris, la córnea o cristalino.

Tipos de examen visual

  • Agudeza visual: los test de agudeza visual son pruebas sencillas que permiten identificar problemas de visión lejana o cercana. Suelen realizarse a través de la lectura de optotipos, cartulinas que incluyen letras o figuras que los pacientes deben identificar.
  • Refracción ocular: empleando un autorrefractómetro y un retinoscopio se puede medir los defectos de refracción de los ojos. El optometrista puede evaluar qué problemas de refracción existen y cuál es el nivel de dioptrías necesarias para corregirlos.
  • Oftalmoscopia: permite visualizar el fondo del ojo, donde se encuentra la retina, los vasos sanguíneos o la entrada del nervio óptico
  • Topografía corneal: se emplea un dispositivo llamado topógrafo que permite explorar la curva de la córnea, con el objetivo de valorar la forma de la córnea y optimizar la adaptación de lentillas.
  • Examen de visión cromática: permiten detectar anomalías de la percepción de los colores
  • Binocularidad: evalúa la visión binocular, que es la habilidad de crear una sola imagen a partir de la percepción de ambos ojos. Se emplean varios test visuales para comprobar si existen problemas refractivos o ambliopía.
  • Acomodación: permite medir el enfoque del ojo a diferentes distancias. Se efectúan pruebas empleando lentes oftálmicas de diferente dioptrías o mediante el método de acercamiento, que consisten en ir acercando un optotipo hacia el ojo hasta conseguir el punto de borrosidad exacto. 

¿Qué test y pruebas suele incluir una revisión visual?

Algunas de las anteriores pruebas son muy específicas, y tan solo se realizan si los síntomas del paciente indican que son necesarias. Durante una revisión visual al uso, los tipos de test y pruebas de salud visual que se suelen realizar son las siguientes:

  • Tabla de Snellen: se muestran una serie de letras de diferentes tamaños que el paciente debe identificar desde una distancia determinada.
  • Test de Landolt: muy similar al anterior pero se utiliza un círculo abierto que va cambiando de orientación y tamaño. Ideal para personas que no están familiarizadas con el alfabeto latino.
  • Prueba para presbicia: se utilizan cartas o gráficos como los anteriores pero a una distancia mucho menor (de 35 a 40 centímetros), con el objetivo de detectar visión borrosa, presbicia o hipermetropía.
  • Test de Lancaster: permite evaluar la posibilidad de padecer de estrabismo a través de la proyección de distintas imágenes de luz y el registro de la posición de los ojos.
  • Test de rejilla de Masler: mediante una rejilla de cuadrados formado por un patrón de líneas, y fijando un punto de referencia, el paciente observa líneas distorsionadas o borrosas, esto puede ser indicativo de problemas en la mácula.
  • Test de Ishihara: test en el que se forman números o patrones escondidos entre un gran número de círculos de colores. Si el paciente no es capaz de encontrarlos, es posible que sufra de daltonismo.

¿Dónde puedo hacerme una prueba de la vista?

Hacerse una prueba de la visión es muy sencillo, ya que hay varias opciones. Puedes hacerte una revisión visual en ópticas como +Visión. Allí serás asistido por un optometrista, profesionales especializados en corrección de la visión y evaluación y tratamientos de salud visual primaria. Estos profesionales pueden prescribir tu corrección visual para las principales anomalías de la visión, y en caso de sospecha de problemas de salud más graves, el optometrista derivará al paciente al oftalmólogo.

El oftalmólogo, ya sea a través de la seguridad social o mediante un seguro de salud privado, puede realizar revisiones oculares completas, así como diagnosticar y enviar el tratamiento más adecuado.

<h2>¿Cada cuánto hay que hacerse una revisión visual?</h2>

Hacer una prueba de la visión de forma regular es más que aconsejable. Los expertos recomiendan realizar un examen de vista anual a partir de los 40 años, así como en personas que ya tienen problemas de salud visual. Para personas de menores a 40 años, la revisión pasa a ser bianual, aunque en caso de detectar cualquier anomalía, se recomienda acudir cuanto antes a un oftalmólogo u optometrista.

En el caso de las revisiones de la vista para niños, los exámenes deben hacerse también de manera frecuente. Se suele realizar un examen inicial entre los 6 y 12 meses de vida, así como uno a los 3 años y otro a los 8 o 9 años. Además, los padres deben estar atentos a los síntomas, sobre todo si existen problemas de visión genéticos en la familia.

¿Cuánto cuesta un examen de la vista?

En +Visión la revisión es siempre gratuita, no obstante, y en caso de no adquirir ningún equipamiento óptico, si se quiere la receta con la graduación, está tendrá un coste de 20€.

¿Qué ocurre después del examen de la vista?

Una vez realizadas las pruebas, el especialista que le ha atendido tendrá la información necesaria para realizar una prescripción detallada. Además de las pruebas, este también puede recopilar otro tipo de información, como por ejemplo preguntas sobre tu estilo de vida, uso de pantallas, alimentación o antecedentes familiares.

Con estos datos en la mano, se realizará una prescripción definitiva, aunque también puede pasarse a realizar más pruebas en caso de dudas o derivarte a un oftalmólogo. En la mayoría de los casos las pruebas realizadas son suficientes para determinar si tienes una buena salud visual o si existe algún tipo de problema. De esta forma, el especialista recetará la prescripción más adecuada, adaptándolo también a tus necesidades diarias y presupuesto.

Consejos para prepararte para una prueba de la vista

Hacerse una prueba de la visión no tiene mucha complicación, sobre todo cuando hablamos de test de agudeza visual y otras pruebas sencillas. No obstante, sí que puedes hacer algunas cosas para facilitar el trabajo y diagnóstico:

  • Investiga si en tu familia hay antecedentes de problemas oculares, así como las causas de los mismos.
  • En el caso de tener síntomas, intenta observarlos y apuntarlos de la forma más detallada posible.
  • Observa cómo ves y si tu visión ha empeorado en ciertas situaciones, como por ejemplo en el trabajo o conduciendo.
  • Si has sido diagnosticado de alguna enfermedad ocular, aporta las recetas o documentos oficiales con toda la información.
  • En caso de utilizar gafas graduadas o lentillas de contacto, llévalas contigo a la consulta con el objetivo de que el especialista pueda examinarlas.
  • Mantente hidratado antes de la cita y en caso de sufrir de ojos secos, notifícalo antes de empezar a realizar las pruebas.

Como ves, acudir a una revisión visual de manera regular ofrece muchas ventajas a la hora de cuidar nuestros ojos y mantenerlos saludables. Recuerda que en cualquiera de las tiendas +Visión podrás hacerte una prueba de visión gratuita. Tan solo tienes que pedir cita a través de nuestra web o acudir a tu óptica +Visión más cercana. Nuestros especialistas en óptica te recibirán y harán las pruebas pertinentes con el objetivo de mejorar tu salud visual.