¿Qué es el iris del ojo?
Se trata de la parte coloreada del ojo que se sitúa entre la córnea y el cristalino. En el centro del iris se encuentra la pupila, un orificio que se dilata o contrae para regular la cantidad de luz que entra en el ojo. El color del iris varía de una persona a otra dependiendo de la cantidad y tipo de pigmentos que posea, lo cual se determina en la mayoría de las ocasiones por cuestiones genéticas.
¿Cuál es la función del iris?
La principal función del iris es controlar la cantidad de luz que llega a la retina. Lo hace ajustando el tamaño de la pupila; se ensancha en condiciones de oscuridad para permitir la entrada de más luz, y se contrae en condiciones de luminosidad para reducir la cantidad de luz que entra. Para ello cuenta con dos músculos, el esfínter y el dilatador pupilar, que respectivamente contraen y dilatan la pupila. Así, el iris cumple un papel esencial en la regulación de nuestra visión.
Además, el iris también contribuye a la profundidad de campo y al enfoque. Al ajustar el tamaño de la pupila, el iris puede cambiar la forma en que la luz entra en el ojo, ayudando a enfocar objetos a diferentes distancias y a crear una imagen clara en la retina.
Asimismo, el iris también desempeña un papel importante en la identificación personal. Así como las huellas dactilares, cada iris es único y no hay dos iguales. De hecho, algunos sistemas de seguridad biométrica usan el reconocimiento del iris para verificar la identidad de las personas.
¿Qué colores tiene el iris?
Por otro lado, el iris es el encargado de dar el color de ojos, el cual al igual que el color de pelo o de la piel, se trata de una cuestión principalmente genética. En el ADN de cada persona está determinado el número de gránulos de cada color, que a su vez depende de 2 factores, el grosor que forman las láminas de pigmentación y la concentración de melanina.
- Si el grosor del abanico de láminas y el nivel de melanina es mayor, la tonalidad del iris tenderá a ser más oscura. Cuando esto ocurre, los ojos suelen adquirir tonalidades marrones y negras (aunque los ojos de color negro puro no existen).
- Sin embargo, si hay menos melanina y las láminas son más delgadas, el iris suele ser de color azul, verde o gris. Por lo tanto, la variación en el color del iris es un fenómeno fascinante que está determinado por nuestra genética.
¿Cuándo se define el color de ojos de una persona?
El color de ojos de una persona suele determinarse al alcanzar su primer año de vida, aunque el proceso puede iniciarse a los 6 meses. Cuando los bebés nacen, su iris suele tomar un color claro, normalmente azules, gris, avellana o verde. Sin embargo, este color se debe a la falta de melanina y puede cambiar con el tiempo.
A medida que el bebé crece y se expone a la luz, la producción de melanina aumenta y puede oscurecer el color del iris. Sin embargo, después del primer año de vida, el color de los ojos se vuelve más estable y es poco probable que cambie significativamente. El color de los ojos de los padres puede influir en el color de los ojos del niño/a, aunque no es el único factor determinante. La genética del color de ojos es compleja y aún es objeto de investigación.
¿Cuáles son las principales enfermedades del iris?
Ahora que ya sabemos qué es y cuál es su función, pasaremos a hablar de algo que preocupa a todo el mundo: las enfermedades y alteraciones relacionadas con el iris. Y es que, al igual que ocurre con otras partes del ojo, las deficiencias del iris pueden afectar a nuestra salud visual, por lo que es importante conocer las principales afecciones y sus síntomas.
Uveítis
La uveítis es una condición que se caracteriza por la inflamación de la úvea, la capa media del ojo que incluye estructuras importantes como el iris. Esta afección puede presentar una variedad de síntomas que pueden variar en gravedad, incluyendo dolor ocular significativo, un notable enrojecimiento del ojo, una sensibilidad intensificada a la luz y una disminución en la claridad de la visión, que puede manifestarse como visión borrosa.
Heterocromía
Las personas que tienen heterocromía presentan iris de colores diferentes. Puede ser completa, cuando un ojo es de color completamente diferente al otro, o parcial, cuando parte del iris de un ojo tiene un color diferente al resto. Aunque en general es un rasgo genético y no causa alteraciones de salud, puede ser un signo de enfermedades o afecciones subyacentes en algunos casos.
Aniridia
La aniridia es una malformación hereditaria y congénita del iris que se caracteriza por la ausencia total o parcial de éste. Las personas que padecen de aniridia suelen tener una visión muy limitada ya que, sin un iris completamente formado, no se puede regular adecuadamente la cantidad de luz que entra en el ojo. Es una enfermedad rara y suele estar acompañada de otras afecciones visuales.
Albinismo
En ocasiones muy raras el iris se vuelve de un color muy claro, casi blanco, debido a la falta de pigmentación. Esto se conoce como albinismo ocular, un trastorno genético en el que los ojos, la piel y el cabello presentan poco o ningún color. Las personas con albinismo ocular pueden tener alteraciones de la visión y son especialmente sensibles a la luz debido a la falta de pigmento en el iris.
Iritis
La iritis es una inflamación del iris que puede ser causada por una lesión ocular, una infección o una enfermedad autoinmunitaria. Los síntomas de la iritis pueden incluir dolor en el ojo, sensibilidad a la luz, enrojecimiento del ojo y visión borrosa. El tratamiento oportuno es vital para prevenir complicaciones serias, por lo que es necesario acudir al médico en caso de presentar estos síntomas.
Anillo de Kayser-Fleischer
El Anillo de Kayser-Fleischer es una coloración anormal que aparece en el borde del iris, dando la apariencia de un anillo de cobre o dorado alrededor de la pupila. Esta condición está asociada con la enfermedad de Wilson, un trastorno genético raro que causa una acumulación excesiva de cobre en el organismo. Es fundamental la consulta médica si se observa esta señal en los ojos.
Cómo cuidar del iris y nuestros ojos
El iris, al igual que cualquiera de las otras partes de nuestros ojos, es sumamente delicado, por lo que es fundamental aplicar un cuidado constante para mantener una buena salud visual. Uno de los puntos más importantes es la protección frente a los rayos UV. El uso de gafas de sol de alta calidad con protección es esencial cuando estamos al aire libre, ya que una exposición directa y prolongada a los rayos del sol puede dañar los tejidos del iris e incrementar el riesgo de afecciones del ojo.
Además, es crucial mantener un estilo de vida saludable, con una dieta rica en nutrientes y antioxidantes, y someterse a revisiones de la vista regulares para detectar a tiempo cualquier afección visual. Finalmente, evitar el tabaco y limitar el consumo de alcohol ayudará a preservar la salud de nuestros ojos en general, y del iris en particular.
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